SAN ANDRES ISLAS
Cerca de cuarenta sitios para bucear; playas de arena blanca y suave; un mar azul pero que también es verde y de tonos lila… A las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en el Caribe suroccidental, llegan viajeros de todo el mundo en busca de estas postales perfectas para comprobar que en la brisa, en los cocoteros y en las sonrisas despreocupadas de sus habitantes vive la alegría de Colombia.
FORT WARWICK
Allí se cruzan los colores de la naturaleza con la riqueza de una historia apasionante de piratas y tesoros.
Santa Catalina fue la base del pirata Henry Morgan durante varios años y se dice que algunos de sus tesoros están enterrados en las montañas de esta Isla. Una parte de las ruinas de este período permanecen en el Fuerte Warwick, donde se pueden encontrar varios cañones bajo diversos tipos de árboles de mango y la exuberante vegetación de esta isla.
HOYO SOPLADOR
El Hoyo Soplador es un curioso fenómeno de la naturaleza por donde sale disparado un chorro de agua de varios metros de altura, en días de fuerte oleaje.
Tradicionalmente el Hoyo Soplador se ha vendido como uno de los puntos de parada obligada para los turistas que visitan la isla de San Andrés. Ver un chorro de agua saliendo
CAYO CANGREJO
Cayo Cangrejo es la joya de Providencia. Esta isla está ubicada en el Parque National Natural Old Providence Mc Bean Lagoon del municipio de Providencia y Santa Catalina
JARDÍN BOTÁNICO DE SAN ANDRES
En un espacio de ocho hectáreas en el centro de la isla, en el que reina el aire fresco y puro, está el Jardín Botánico en el que se puede observar la flora que ha sobrevivido desde la era de los dinosaurios, hasta las plantas más evolucionadas que tienen asiento en este pedazo de las Antillas.
JOHNNY CAY
En la isla, se puede caminar hasta darle la vuelta. En algunas áreas sobresalen exóticas formaciones coralinas que hace unos hermosos pozos de agua que reflejan el cielo azul, hasta fundirse con el mar mismo. Bajo las palmeras con su sombra fresca encontrará exquisita gastronomía como el pargo rojo frito con plátano y deliciosos cócteles, siendo el más famoso el Cocoloco.
LA CUEVA DE MORGAN
Cuenta la leyenda que “El pirata Morgan" guardaba sus tesoros, al igual que los que le robaba a los españoles, en esta cueva, pero hasta el día de hoy no se han logrado encontrar”, algunos dicen que es posible que cuando se seque el agua dulce que se encuentra allí los tesoros salgan
MAR DE LOS 7 COLORES
La existencia del mar de siete colores no se pone en duda cuando a través de la ventanilla del avión que está a punto de aterrizar en la isla de San Andrés se observa la gama de tonos del mar, que en esta esquina del Caribe va desde el azul profundo hasta un verde aguamarina traslúcido. A esta amplia variedad de matices contribuyen los arrecifes de coral.
PLAYA DE SAN LUIS
San Luis es un caserío habitado por nativos de San Andrés en el que las viviendas de madera conservan la colorida arquitectura típica antillana. En estas playas del suroriente se encuentran sitios menos concurridos que otros del resto de la isla, como Sound Bay, donde las olas golpean con fuerza; y la bahía de Cocoplum, en cuyas playas blancas funcionan restaurantes de comida típica isleña.
LA CABEZA DE MORGAN
La llamada cabeza de Morgan, bautizada para recordar al pirata inglés Henry Morgan, que surcaba estas aguas en el siglo XVII, es una enorme roca tallada por el viento y las olas que semeja un rostro humano. Ese es el objetivo de las cámaras que apuntan desde las lanchas que salen de Providencia para hacer un recorrido alrededor de esta isla y de la vecina Santa Catalina.
CAYO EL ACUARIO
Un sitio donde parece que caminar sobre el agua fuera posible es el Acuario, también llamado Rose Cay, en el que la profundidad del agua es cercana a un metro. Allí, al mirar hacia los lados, las personas sienten que están en mar abierto mientras avanzan hacia Haynes Cay. Por supuesto, también pueden cruzar de un cayo a otro nadando o haciendosnorkel entre cientos de peces de colores.
NADAR ENTRE MANTARRAYAS
El contacto con la piel fina de las mantarrayas que se acercan curiosamente a los turistas es una sensación que no se olvida luego de desembarcar de la lancha que ha venido al Acuario desde la isla de San Andrés. Este es uno de los sitios donde es posible nadar entre estos peces aplanados, unos animales pacíficos que pueden llegar a medir hasta siete metros de envergadura.
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